La educación de un niño no depende solo de la escuela. También, la familia juega un rol fundamental en el proceso de aprendizaje, influyendo en la motivación, la actitud y la disciplina con la que los niños y jóvenes enfrentan el estudio. Cuando las familias muestran interés por el aprendizaje y crean un ambiente que lo favorezca, los hijos/as desarrollan una mejor disposición para el conocimiento.
Si te preguntas cómo mostrarle a tu hijo/a que estudiar es importante, aquí te compartimos algunas claves para fomentar en él o ella la motivación por el aprendizaje.

1. Educar con el ejemplo: Los niños aprenden con el modelo de sus familias
Los niños observan constantemente lo que hacen sus familias y, sin darse cuenta, imitan sus comportamientos. Si en casa se percibe el aprendizaje como una tarea aburrida o una simple obligación escolar, es probable que los hijos/as lo vean de la misma forma.
Algunas maneras de demostrar con el ejemplo la importancia del aprendizaje son:
- Leer con frecuencia y compartir curiosidades o aprendizajes nuevos. Si tu hijo/a te ve leyendo un libro, un artículo o investigando algo en internet, aprovecha la oportunidad para compartir lo que has aprendido. Por ejemplo, si estás leyendo sobre el espacio, podrías decir: ¿Sabías que en la Luna hay montañas más altas que el Everest? ¡Eso me sorprendió! ¿Te gustaría ver imágenes de ellas?
- Mostrar interés por la educación y los progresos de los hijos. En lugar de solo preguntar ¿Cómo te fue en la escuela?, haz preguntas más abiertas como:¿Qué fue lo más interesante que aprendiste hoy? Si tuvieras que enseñarme algo de lo que viste en clase, ¿qué sería?
- Tener conversaciones enriquecedoras sobre distintos temas y fomentar la curiosidad. Si tu hijo/a te pregunta algo como: ¿Por qué el cielo cambia de color en la tarde?, en lugar de responder con: “Así es la naturaleza”, podrías decir: ¡Buena pregunta! Tiene que ver con la forma en que la luz del sol se dispersa en la atmósfera. ¿Te gustaría que lo investiguemos juntos y hagamos un pequeño experimento?
- Demostrar que el aprendizaje es un proceso continuo en la vida. Si estás aprendiendo algo nuevo, coméntaselo a tu hijo/a: Estoy aprendiendo a hacer pan casero y es más difícil de lo que pensaba, pero cada intento lo hago mejor. ¿Quieres ayudarme en el próximo intento?
2. Crear un ambiente que favorezca el estudio
El espacio y las condiciones en que un niño estudia influyen en su rendimiento y motivación. Para hacer del estudio una actividad más atractiva, es importante:
- Tener un lugar específico para estudiar, libre de distracciones. Si tu hijo/a suele hacer sus tareas en la mesa del comedor y en ese mismo espacio hay ruido, puedes crear un rincón de estudio en su habitación o en otro espacio tranquilo de la casa, con buena iluminación y pocos distractores.
- Mantener una rutina estable que combine estudio, descanso y recreación. Si un niño llega de la escuela y se pone a hacer tareas sin descanso, es probable que termine agotado o frustrado. Jugar, hacer deporte o disfrutar tiempo libre es tan importante como estudiar. Asimismo, evita sesiones de estudio demasiado largas porque después de 40-50 minutos, la atención baja.
- Crear un ambiente positivo, sin presiones excesivas ni castigos relacionados con el aprendizaje. Por ejemplo, si un niño llega con una mala nota en matemáticas, en lugar de regañarlo o castigarlo sin jugar, se le podría decir: Sé que esto te frustró, pero no significa que no puedas mejorar. Vamos a ver qué fue lo que se complicó y busquemos una forma diferente de entenderlo juntos.
3. Fomentar la autonomía y el gusto por aprender
Uno de los errores más comunes es hacer del estudio una carga o una exigencia constante. En su lugar, se recomienda fomentar la autonomía y el gusto por aprender con estrategias como:
- Permitir que los niños exploren temas que les interesen, más allá del currículo escolar. Por ejemplo: Si tu hijo/a muestra interés en los dinosaurios, pero en la escuela aún no han visto el tema, en lugar de decirle "Eso no está en tu clase", puedes fomentar su curiosidad dándole libros ilustrados, viendo documentales o visitando un museo de historia natural.
- Relacionar el estudio con experiencias prácticas y situaciones reales. Si tu hijo/a está aprendiendo fracciones en matemáticas, una forma práctica de reforzarlo es cocinando juntos. Puedes decirle: "Si necesitamos 1/2 taza de azúcar y queremos hacer el doble de galletas, ¿cuánto azúcar necesitamos?"
- Usar herramientas interactivas como libros, experimentos y plataformas digitales educativas. En este punto, plataformas como Umáximo pueden ser una gran ayuda, ya que ofrecen recursos para reforzar el aprendizaje de manera dinámica y efectiva.
4. El poder del refuerzo positivo y el reconocimiento
El reconocimiento es clave para motivar a los niños. Sin embargo, es importante elogiar el esfuerzo y la dedicación más que solo los resultados. Algunas formas de hacerlo son:
- Celebrar los pequeños avances y mejoras en el proceso de aprendizaje. Si resolvió un problema matemático difícil, felicítalo por su paciencia en intentarlo. Si está aprendiendo a escribir, en lugar de exigirle una historia completa, celebra que haya escrito una oración bien estructurada. Un sticker, un aplauso, un pequeño elogio o un espacio donde puedan pegar sus avances pueden ser motivadores.
- Reforzar la confianza en sí mismos a través de comentarios positivos. En lugar de “Eres muy inteligente”, prueba frases como:
- Veo cuánto te esforzaste en esto, sigue así
- Antes no podías hacer esto, pero mira cómo has avanzado.
- Antes también te costaba leer, y ahora lees cuentos enteros. Con práctica, lograrás lo mismo con esto.
- Evitar etiquetas negativas y comparaciones con otros niños. Si notas que tu hijo/a tarda más en aprender a leer que su primo, evita decir “Mira cómo tu primo ya lee y tú no”. En su lugar, motívalo destacando sus avances individuales: Cada persona aprende a su ritmo, lo importante es que estás mejorando. Antes te costaba identificar las letras, y ahora ya puedes leer palabras completas.
Cuando un niño se siente valorado por su esfuerzo, desarrolla una mayor motivación para seguir aprendiendo
5. El rol de la familia en la motivación escolar
El apoyo de la familia es clave para que los niños mantengan una actitud positiva frente a los estudios. Algunas acciones que pueden marcar la diferencia son:
- Mostrar interés por sus tareas y proyectos sin hacerlos por ellos.
- Mantener una comunicación cercana con los profesores para conocer su desempeño y necesidades.
- Escuchar sus dificultades y ayudarles a encontrar soluciones sin generar ansiedad o presión excesiva.
Un niño que se siente respaldado por su familia tendrá más confianza en sus capacidades y mayor disposición para enfrentar los desafíos académicos.
6. Herramientas y recursos que pueden ayudar
El aprendizaje no tiene que ser monótono. Actualmente, existen múltiples herramientas que pueden hacer del estudio una experiencia más atractiva, como:
- Libros ilustrados y cuentos educativos.
- Juegos de mesa que fomenten el pensamiento lógico y la resolución de problemas.
- Aplicaciones y plataformas digitales como Umáximo, que permiten reforzar la comprensión lectora y las matemáticas de manera interactiva.
Conclusión
Mostrarle a un hijo/a que estudiar es importante no significa presionarlo ni imponerle largas jornadas de estudio. Se trata de generar un ambiente positivo, motivador y cercano, donde el aprendizaje se integre de manera natural en el día a día. Cada pequeño gesto cuenta para despertar la curiosidad y el amor por el conocimiento.
Cuando la familia se involucra activamente en la educación, los niños desarrollan hábitos de estudio sólidos, una mayor confianza en sus capacidades y una actitud positiva hacia el aprendizaje. Esto no solo impactará en su desempeño académico, sino que también fomentará su autonomía, pensamiento crítico y creatividad a lo largo de la vida.
El compromiso de los padres y cuidadores es clave: celebrar los avances, brindar apoyo emocional y facilitar herramientas adecuadas hace la diferencia en la motivación de los niños. No se trata de exigir la perfección, sino de guiarlos para que encuentren placer en aprender y se sientan acompañados en su crecimiento.
Recuerda: No hay una única forma de educar, pero sí muchas maneras de inspirar. Cada familia puede encontrar su propio camino para hacer del aprendizaje una experiencia enriquecedora. ¡Empieza hoy a fortalecer el vínculo entre tu hijo/a y el conocimiento!
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